Santo Domingo: El director del Centro Nacional de Sismología, ingeniero Ramón Delanoy, reveló que generalmente en el país se registran de tres a cinco sismos diarios y en ocasiones han ocurrido cientos en un día de estos fenómenos naturales.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27, sostuvo que existen varias fallas geológicas a nivel nacional y de la isla, como son la Septentrional, la del Cibao, San Juan, Enriquillo y Yabón donde se producen sismos de importancia.
El experto informó que la parte noreste refleja el registro de mayor cantidad de sismos, donde uno ocurrido en 1946 duró seis meses generando réplicas de magnitud superior a los 5 grados en la escala de Richter.
Agregó que en 1988, al norte de Puerto Plata se registraron en dos días alrededor de 500 temblores de tierras pequeños, que la población solo sintió el mayor, que fue de 4.8 grados.
“Con el sismo de Puerto Plata, en el 2003, se generaron una serie de réplicas que pasaron de más de 100, lo mismo ocurre en la parte noroeste, cerca de Villa Vásquez, Montecristi, que se generan muchos sismos en un día o dos días”, acotó.
Delanoy aseguró que la actividad sísmica del país es muy constante y ha experimentado una reducción porque al parecer la energía de la placa tectónica se ha estado liberando en la parte sur de Puerto Rico. “Es decir, vemos que hay una vinculación porque estamos en la misma placa”, recalcó.
“La República Dominicana, al igual que Haití y Puerto Rico, se localizan en una zona que es altamente sísmica por lo que por lo general ocurren una serie de temblores los cuales allá en el Centro Nacional de Sismología los registramos diariamente”, argumentó.
Delanoy dijo que unas 26 estaciones sismológicas y varias acelerográficas permiten vigilar toda la actividad sísmica nacional, para poder informar a la población sobre lo que está ocurriendo tanto en el país como regional.
El director de la dependencia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo manifestó que en el país hay experiencia de que la actividad sísmica es en cierta forma recurrente, porque ha sido afectada por sismos en La Vega, Azua, Santiago, Samaná y Nagua, donde un tsunami destruyó el poblado de Matancita.
La gran actividad sísmica en Puerto Rico
El director del Centro Nacional de Sismología, dependencia de la UASD, reveló que desde el día primero de este mes de enero se han registrado más de 7,000 sismos en la parte sur de Puerto Rico, donde hay una gran actividad de estos fenómenos naturales.
“En muchos días, cada minuto se producía un pequeño sismo, habían algunos recesos, pero a veces ocurrían dos en un minuto, es decir, que podemos decir que se han registrado más de 7,000 sismos desde el día primero a la fecha en la zona de Puerto Rico, en la parte sur”, indicó.
Ramón Delanoy reveló que República Dominicana comparte una parte de su estación sismológica con Puerto Rico y viceversa, por lo que el país puede detectar un sismo que ocurre cerca de la vecina isla.
Sostuvo que en Haití la actividad sísmica no ha durado tanto como en Puerto Rico, donde es demasiado recurrente e inusual.
Expresó que desde el primero de enero hasta la fecha “hemos contado y analizado más de 70 sismos de magnitud superior a 4 grados” en la escala de Richter en Puerto Rico.
“Es natural que una actividad sísmica tan recurrente, como la que está ocurriendo en Puerto Rico, genere en la población miedo o temor y en ciertas formas incertidumbre”, acotó.
El experto indicó que la isla de la Hispaniola y Puerto Rico forman parte de la placa del Caribe, que se mueve hacia el noreste con una velocidad aproximada de dos centímetros al año.
Dijo que al colisionar con la placa norteamericana, se van acumulando en las rocas una serie de energías, las cuales se deforman y han dado origen a las montañas.
“Otras veces se deforman de forma tal que también dan origen a las fosas, por eso tenemos al Norte lo que se conoce como la Trinchera de Puerto Rico y al Sur la Trichera de los Muertos”, significó.
Afirmó que en estas dos áreas se ha producido una gran actividad sísmica durante tiempos inmemoriales.
Delanoy planteó que cuando las placas se detienen en algún momento, la energía se va acumulando y cuando se rompen generan una onda sísmica o terremoto.
Especificó que cuando se presentan una serie de temblores de tierras pequeños, como los de magnitud 1.2, de dos o tres, generalmente los sismólogos les prestan mucha atención porque podría ser el preludio de un fuerte terremoto.
“A estos sismos le llamamos premonitores, cuando ocurren antes de un temblor fuerte. En el caso reciente de Puerto Rico, tuvimos uno de magnitud 5.8, el día 28, por lo que ya las personas se sentían más aliviada, pero ocurre que sucede uno de magnitud 6.4, es decir que el que era de 5.8 pasó a ser premonitor del de 6.4”, subrayó.