HAINA, San Cristóbal:- Familiares de dos jóvenes de 17 y 20 años, que fueron acribillados a tiros esta tarde por la policía en un supuesto intercambio, desmintieron la versión policial, los que dijeron, fueron ejecutarlos inmisericordemente.
Se trata de Ramón Hernández Rivera de 17 años y Max Enríquez Candelario de 20. Max serían entregados hoy al caer la tarde por el Comité de los Derechos Humanos de aquí y que según el padre del primero, Ramón Eduardo Rivera y la madre del segundo, identificada solo como Rosa, acusaron a la policía de asesinar a sus hijos de forma cruel.
Rivera se dedicaba al motoconcho, servicio utilizado por Max para que lo llevara a su casa, próximo a ella, la policía los intercepto y antes de investigar los mató a los dos, dijeron.
El abogado Carlos Sánchez, presidente del Comité de los Derechos Humanos de aquí y Johanny Aquino de los derechos de Nigua, pidieron al director de la policía y al procurador una profunda investigación, ya que los agentes del orden supuestamente, por versión de los padres de los fallecidos, les habrían colocado armas a los jóvenes para dar la versión de que cayeron en un intercambio.
Sánchez, cuestionó el método usados por los policías, los que matan violando todos los preceptos legales, actuando por encima de la ley.
Las versiones de los comunitarios de Haina, es que uno de los muertos, (Max Enríquez), no fue un santo, pero que se había retirado de las calles, sin embargo era sindicado por la policía en varios delitos, pero que hoy terminaron con su vida, matándole esposado y frente a su familia de donde, según ellos, fue sacado por los uniformados.
Ramón Eduardo Hernández Rivera, padre del adolescente de 17 años dijo: “a mi hijo me lo mataron, siendo inocente, nunca tuvo problemas con nadie y esos policías lo asesinaron como si fuera un perro, que no nunca lo fue”.