El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Pedro Brache, acaba de hacer una afirmación que en la actual coyuntura social y político que vive la sociedad dominicana debe ser reflexionada por todos.
Digo que esta afirmación debe ser reflexionada ya que la misma trasluce una clara contradicción entre lo que afirma el líder empresarial y la posición que vienen sosteniendo algunos de los representantes de ese mismo sector.
El dirigente empresarial Pedro Brache declaró la semana pasada en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe que la República Dominicana había experimentado en los últimos años una bonanza económica y un desarrollo empresarial excelente.
Entonces si se le toma la palabra al señor Brache no hay razones aparentes para que el sector empresarial a estas alturas no haya producido de una vez y por todo el tan anhelado aumento salarial reclamado para los servidores privados.
Si es una realidad el desarrollo empresarial y las ganancias son excelentes, no es contradictorio que estén poniendo tantas trabas y condicionantes para para incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores que son los que producen esa riqueza.
Ahora sucede que no es así, los dueños del capital se resisten a asumir un reclamado aumento salarial para el sector privado alegando una serie de argumentos que entran en contradicción con lo planteado por su presidente públicamente.
Dentro de los argumentos que esgrimen los empresarios para producir un aumento salarial en el sector privado está el de hacer una reclasificación de las empresas, cuyo punto está en discusión desde alrededor de dos años y nada pasa.
El esgrimir estos argumentos no es más que una táctica de negociación de los empleadores para postergar la aplicación del incremento salarial, ya que en junio vence la tarifa vigente de los sueldos. Eso no justo.
El sector privado debe reflexionar y al igual que lo hizo el Gobierno central debe sacrificarse y compartir parte de ese crecimiento y bonanza económica que afirman obtener junto a quienes son los actores de primera línea de esa rentabilidad.