Santo Domingo:- Una familia de apellido Rosario en Cotuí, acusaron a la minera Barrick Gold de provocar supuestamente la muerte a 57 miembros de ellos, por la contaminación con cianuro en sus terrenos de 70 mil tareas, situación que han llevado luto al seno a los Rosarios, en la provincia Sánchez Ramírez.
Miguel D´oleo Rosario y Johnny Portorreal Rosario, voceros de la familia dijeron además, que han sido despojados de esos terrenos, por lo que demandan a la minera de Cotuí, el pago de una indemnización de US$10 mil millones en daños y perjuicio. Además han provocado otros daños ecológicos.
En visita al diputado nacional Fidel Santana, preside la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, reaccionó incómodo por la gran cantidad de muertos en la misma familia por la contaminación de la Barrick Gold; dijo que investigará la documentación que les entregaron en el hemiciclo.
Los Rosarios de Cotuí, reclaman el pago que viene exigiendo desde varios años y advirtieron que si no les resuelven el problema que los está agobiando, podrían provocar una situación de impredecibles consecuencias.
D´oleo, pidió la intervención del presidente Danilo Medina, para que interceda ante la Barrick y les paguen sus terrenos, porque “de lo contrario, se les saldría de control las acciones de ellos, no solo para la minero, sino para el país”.
Sostuvo que no haya explicación alguna para que la minera honre la deuda, que no solo nos deben, sino, que han matado a muchos de nosotros con la contaminación provocada por el cianuro.
Explicó que han evitado un derramamiento de sangre y que tras un año de exigencia han dejado en manos del Presidente la solución. Medina, supuestamente prometió una visita sorpresa al lugar, pero advirtieron que la Barrick, será responsable de lo que ocurra en todo la extensión de terrenos de su propiedad que cubre desde Las Lagunas a otras 18 comunidades.
La Barrick no solo los ha contaminado, sino que, ha llevado luto al seno de la familia
Para el doctor Johnny Portoreal Rosario, la minera Barrick Gold, no solo les ha “robado” los terrenos, sino la vida, porque cada año mueren unos 30 miembros de la familia, fruto del envenamiento con cianuro.
La grave denuncia la hizo al entregar el documento de dos libros conteniendo todas las pruebas que demuestran los efectos que causa el cianuro en todos ellos, unas 25 familias, que viene reclamando el pago desde hace más de 80 años, afirmando que han usado la vía del congreso para evitar un derramamiento de sangre.
Afirmó que por semanas, llevan a la clínica Cruz Jiminián a varios de sus familiares, muchos de los cuales, han muerto en el camino.