Por Joe Mcdonald
Beijing (AP):- Las tensiones del gigante tecnológico chino Huawei con Washington, que dice que el fabricante de equipos de telecomunicaciones es un riesgo para la seguridad, se extienden a lo largo de cuatro continentes, desde salas judiciales hasta salas de juntas corporativas y canola canadiense.
En el último giro, Huawei Technologies Ltd. le está pidiendo a un tribunal de Texas que anule una prohibición legal de que el gobierno use su equipo o trate con cualquier contratista que lo haga.
Washington está tratando de persuadir a los aliados europeos y otros para que rechacen al mayor fabricante de tecnología de red, ya que sus operadores de telefonía invierten miles de millones de dólares en la actualización a las comunicaciones de la próxima generación.
La compañía niega las acusaciones de que podría facilitar el espionaje chino o está controlada por el gobernante Partido Comunista. Las autoridades chinas dicen que Estados Unidos está exagerando las preocupaciones de seguridad para bloquear a un competidor potencial.
Mientras tanto, los fiscales estadounidenses están tratando de extraditar al jefe de finanzas de Huawei de Canadá para que enfrente los cargos que ella le mintió a los bancos sobre las relaciones con Irán.
Preocupaciones de seguridad: Las autoridades de EE. UU. Dicen que Huawei podría facilitar el espionaje chino al instalar «puertas traseras» en sus equipos para espiar o compartir secretos sobre los clientes.
Las ventas de la compañía en Estados Unidos se desplomaron luego de que un panel del Congreso en 2012 identificara los riesgos de seguridad de Huawei y su rival china ZTE Corp. y les pidió a los operadores de telefonía que los evitaran.
Huawei niega que sea un riesgo y se queja de que Washington no ha revelado ninguna evidencia o detalles de sus acusaciones. Australia, Japón, Taiwán y algunos otros gobiernos han impuesto restricciones al uso de la tecnología de Huawei por cuestiones de seguridad. La compañía opera centros de pruebas en Gran Bretaña, Canadá, Alemania y Bélgica para que los gobiernos examinen su tecnología.