Por Robert Vargas
Santo Domingo:- Con lo sucedido a Edith Febles, Altagracia Salazar y Ricardo Nieves CDN, en el canal 37 de la televisión abierta, los ejecutivos de esa empresa pretendieron ocultar ante sus seguidores lo que ocurre en ese medio de comunicación.
Sin embargo, el sorpresivo despido del ampliamente querido y respetado foto reportero Franklin Guerrero, el hombre de la popular “Fotocrónica” ha disparado aún más las alarmas y tiende a mostrar que allí algo huele raro.
Con esa cancelación CDN parece enviar señales de que se encamina hacia el hundimiento total de su prestigio como medio de comunicación plural y que se entrega por completo en brazos de los sectores más conservadores.
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Mientras Altagracia Salazar, Edith Febles y Ricardo Nieves eran (y lo son) abiertos partidarios de las propuestas de Marcha Verde, Franklin Guerrero se inclina sin tapujos por las críticas a los obispos y sacerdotes abusadores sexuales.
El lugar que ocupaba Franklin en el “espacio” “6 AM” lo llenará Francisco Medrano, quien hará compañía a Karina Sánchez Campos, de quien se dice que sería una “ficha” de Nicolás López Rodríguez y la Iglesia Católica.
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Por tanto, siguiendo el hilo de esa narrativa podría decirse que detrás de lo sucedido con Salazar, Febles, Nieves y Guerrero estarían los sectores de poder económico, político y religiosos más conservadores de la sociedad dominicana.
No puede decirse que lo que sucede en CDN sea algo “casual”, sino la expresión de una crisis estructural que amenaza no ya la debilucha credibilidad de ese medio, sino su existencia misma dada la aguda crisis económica que la estremece, la que no ha barrido con todo, solo por las inyecciones financieras que le llegan para mantenerlo a flote.
Aunque no ha provocado mayor ruido, ha trascendido que la administración de CDN también prescindió de los servicios del periodista Carlos Osiris (Osi) Pérez, quien es considerado “un maestro como jefe de redacción”.
Una fuente cercana a la redacción de CDN le ha dicho a Ciudad Oriental que “hay un gran descontento entre los periodistas por la forma que trataron a Franklin. Hay terror en perder el trabajo, a pesar de ganar tan poco de salario”.
Incluso, dicen, que el día antes de que Guerrero fuera cesado “quitaron todos los cuadros de los presentadores y figuras de las paredes“.
Así, CDN, de ser uno de los principales y más prestigiosos medios de comunicación de la República Dominicana, ha pasado a convertirse en el informativo con mayor cantidad de críticas despiadadas por las redes sociales que no le perdonan a sus ejecutivos lo que hacen con su personal, sobre todo en medio del escándalo por lo de Odebrecht y las frecuentes noticias que dan cuenta de sacerdotes pederastas y hasta asesinos.
Así conocí a Franklin Guerrero
A este popular foto reportero lo conocí hace más de 25 años. Eran tiempos de turbulencias y luchas populares lideradas por el fallecido Ramón Almánzar y el ahora prestigioso catedrático universitario Fernando Peña.
Franklin es un odontólogo de profesión, con estudio profesional ubicado a medio camino entre el Palacio Nacional y el Parque Independencia.
Era él en aquellos tiempos un fotógrafo aficionado, que no era fotoperiodista.
Eran tiempos en que no existían las redes sociales como las conocemos ahora, ni siquiera existía internet tal como es en la actualidad.
Tampoco existían las cámaras digitales ni los teléfonos inteligentes.
Franklin seguía la evolución de las noticias por los informativos radiales tales como Radio Mil Informando, Noti Tiempo y Noticiario Popular y la Cadena de Noticias, esta última propiedad del general de triste recordación Enrique Pérez y Pérez.
Cuando en algunos de estos informativos publicaban un avance de noticias y esta le resultaba interesante, Franklin cerraba su consultorio, colocaba un rollo de película de 35 mm en su cámara fotográfica y se iba al lugar de los hechos a hacer fotos.
Él le resultaba extraño a los manifestantes, quienes no veían en él al clásico reportero gráfico.
Así, ya con sus fotos tomadas y los rollos sin revelar, él iba hasta la redacción del periódico El Nacional de Ahora, en la avenida San Martín, para que allí los revelaran y tomaran las fotos que desearan.
Como paga solo obtenía que le repusieran con rollos vírgenes y que le atribuyeran los créditos por las fotos que le fueran publicadas.
Nada más.
Así continuó durante mucho tiempo. Compartía su profesión de odontólogo con su afición de fotógrafo de prensa.
Recuerdo que una noche, cuando Hipólito Mejía era presidente, cubríamos los dos un juego de softbol en el que participaban como figuras “estelares” los presidentes Mejía y el ahora difunto Hugo Chávez, en el estadio del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Franklin siempre ha estado alerta con su cámara, listo para captar imágenes únicas e impactantes.
Así, observó que un coronel responsable de la seguridad de Mejía, destapaba el bufete que contenía la cena a disfrutar por los mandatarios.
El coronel en cuestión tomó un trozo de carne con la mano y le dio una mordida.
Franklin levantó la cámara, colocó su dedo índice derecho sobre el disparador y, a seguidas, hizo “clic”.
Eso fue suficiente para que el oficial fuera directamente hacía el fotógrafo y, colocándose delante de éste a una distancia menor de dos pulgadas comenzó a gritarle al fotoperiodista mientras los trozos de carne le salían disparadas de su boca como proyectiles que impactaban el rostro de Franklin.
Este no se inmutó. Permaneció inmóvil a pesar de que tenía la cara llena de trozos de carne salidas de la boca de aquel oficial todopoderoso, que aún hoy anda en perfil bajo de un pre candidato presidencial opositor.
Otras anécdotas hay por ahí sobre este odontólogo que ama la fotografía y el periodismo.
Su salto al “estrellato” ocurrió cuando Nuria Piera le abrió las puertas de uno de sus programas para que hiciera las popularísimas Fotocrónicas con su único y peculiar estilo de narrar los hechos. Su primera fotocrónica fue en Azua del asesinato del periodista Juan Andújar.
Con sus fotocrónicas y su voz grave, Franklin Guerrero encantó a un público siempre deseoso de formas refrescantes en la presentación de las noticias.
De ahí, con su amplia cultura, pasó a ser comentarista de noticias.
Con su salida de CDN, quien pierde es esa empresa, que parece que se hunde, tal como lo hizo la Cadena de Noticias de Pérez y Pérez, cuando cambió su línea editorial.
Es seguro que Franklin Guerrero encontrará otra forma para seguir llevando sus populares Fotocrónicas a su público.
Por suerte, los tiempos han cambiado.
Algo que tiene bastante claro Franklin es que “en mi alma no tiene espacio el rencor ni la venganza. Todo tiene su tiempo..”, según él ha dicho en su muro de FaceBook. Y ya sospecho porqué lo dice.
FUENTE: ciudadoriental