Los dominicanos y dominicanas que habitamos en esta tierra acudimos este próximo miércoles 27 de febrero a la celebración de un aniversario más de nuestra Independencia Nacional.
Ésta fecha gloriosa es propicia para que todos por igual hombre y mujer reflexionemos sobre el necesario e inquebrantable compromiso de mantener de pie esa nave de febrero que nos legaron Duarte, Sánchez y Mella.
Pero para lograr ese propósito de mantener incólume ese legado sagrado es necesario que los ciudadanos y ciudadanas asuman la conducta de Duarte quien vivió una vida de angustia por la patria para dejar a sus compatriotas un ejemplo de idealismo incorruptible.
También se necesita adoptar un comportamiento como el exhibido por Sánchez, que labró su gloria en las piedras del Baluarte del Conde y supo luego santificarla con el holocausto de ¨ El Cercado¨.
De igual manera seguir el ejemplo que nos dejó Mella, que refrendó la decisión de hacernos libres con la intrepidez de su disparo que nos anunció la vida como Nación independiente.
Ya en este siglo XXI, a esta nueva generación le corresponde defender sin reservas y de manera rabiosa nuestra Constitución, soberanía y autodeterminación apoyados en esos tres postulados que están gravado en nuestro Escudo Nacional que rezan : Dios, Patria y Libertad.
La República Dominicana, señores, atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su historia, son múltiples las amenazas internas y externas que ciernen sobre su cabeza con el propósito infame de hacer colapsar su Constitución y soberanía.
No soy un pesimista impenitente, no, soy simplemente un optimista con información como afirmara el premio nobel de literatura 1998 de origen portugués José Saramago.
De manera que, la consigna de todos los hijos de esta tierra, los de hoy y los de mañana, deberá ser siempre la de no desmayar, la de no desalentarse y la de persistir en la ascensión, seguros de poder contar en nuestra marcha hacia el porvenir con esa estrella que nos legó Duarte cuya luz resplandeciente permanecerá por los siglos de los siglos.