Become a member

Get the best offers and updates relating to Liberty Case News.

― Advertisement ―

spot_img

ARTÍCULO DE PORTADA: Doctora Ortiz Bosch aclare eso 

Estoy mirando y escuchando con profunda preocupación como una información que vincula a un personaje icónico de la política criolla y funcionaria pública a...
InicioOpiniónPopulismo posmoderno

Populismo posmoderno

El liderazgo político latinoamericano luego del desmembramiento del sistema socialista en Rusia en el 1989 entra  en una fase de deterioro  conceptual y operacional que al día de hoy  la mayoría de sus actores  no saben a ciencia cierta  donde están ubicados en términos ideológicos.

A ese liderazgo de estos pueblos de América, al parecer,   el horizonte  político se le desvaneció, el pensamiento y las ideas políticas y económicas que los mantenían  en disputa se le agotó.

Hay una especie de vacío, una sensación de  pensamiento único, la construcción indetenible de un nuevo orden mundial que pone a la mayoría de estos pueblos americanos ante un laberinto sin posibilidades inmediata de superarlo.

Esta situación que vive  Latinoamérica es muy peligrosa dado el  hecho de que esa carencia ideológica la está llevando a la configuración o surgimiento de un nuevo fenómeno  de liderazgo que algunos teóricos de las ciencias políticas occidentales  han definido como el populismo posmoderno.

Para que tengamos una idea de las implicaciones negativas  que podría acarrear la adopción y expansión de este nuevo fenómeno político latinoamericano pasaremos a explicar algunos de sus impactos a los cuales hay que ponerle atención. Veamos.

En su libro el ¨Decálogo del Populista¨ el escritor mexicano,  Enrique Krauze, destaca  que el populismo fabrica la verdad, usa y abusa de la palabra, al se apodera de ella, exalta y promueve al  líder carismático  y  utiliza de modo discrecional los fondos públicos. El politólogo estable en su libro que el  populismo se siente el intérprete supremo de la verdad general y también la agencia de noticias del pueblo, reparte directamente la riqueza, alienta el odio de clases y moviliza constantemente los grupos sociales.

Asimismo indica que este nuevo concepto fustiga por sistema como el “enemigo exterior”, siente y promueve el desprecio por el orden legal, y finalmente destaca que el populismo mina, domina y, en último término, doméstica o cancela las instituciones de la democracia liberal.