Por Alberto Quezada
Santo Domingo:- La emblemática Zona Colonial es un deleite recorrerla a bordo del Chu-Chu-Tren Turístico que desde las 9: 00 de la mañana está disponible para dominicanos y extranjeros que deseen conocer en 35 minutos 500 años de historia de la República Dominicana.
Pero recorrer los mil metros de distancia que configura la histórica calle el Conde, desde la Palo Hincado hasta Las Damas, constituye el reflejo más abyecto del desplazamiento de los elementos culturales que definen la identidad del pueblo dominicano.
La realidad se pone de manifiesto en la icónica avenida peatonal con la disminución cada vez más acentuada de la artesanía, pintura, joyería, tabacos, licores y comidas de origen dominicano.
En ese angosto y largo lugar las expresiones culturales extranjeras, especialmente la de autoría haitiana se hacen más presentes y latentes a cada paso de los visitantes que circulan por esa zona.
Una investigación realizada por el Centro Nacional de Artesanía del Ministerio de Cultura, con los auspicios de la Unión Europea y la Agencia para el Desarrollo de las Exportaciones del Caribe, sobre el desarrollo del sector Artesanal de la República Dominicana, arroja algunos datos reveladores sobre la referida problemática.
Entre las conclusiones del trabajo de investigación sale a relucir la precaria presencia en el mercado de pinturas, manualidades y otros objetos que reafirmen la identidad cultural del pueblo dominicana.
La investigación señala que son escasas e inexistentes las líneas de productos que apelen o promuevan nuestra identidad cultural como por ejemplo a la música, carnaval, el baile y el béisbol.
También, resalta la poca presencia de tallas en madera y piedras, piel y el cuero, las pinturas artesanales, los tejidos, las fibras naturales, los textiles y la joyería artesanal, elaborada con ámbar y/o larimar.
Otro elemento que sale a relucir es que en la avenida el Conde la relación de negocios de factura dominicana contabilizada en la zona es de apenas un 15 por ciento, en tanto que alrededor del 85 por ciento corresponde a establecimientos de corte y cultura extranjera.
Desde la calle El Conde hasta Las Damas lo que allí se manifiesta es un arcoíris de negocios de diferentes nacionalidades que se sobreponen a la cultura y los elementos de identidad nacional, entre ellos están los de nacionalidad haitiana, alemana, francesa, ecuatoriana, peruana, mexicana, italiana y española.
En un breve inventario de los establecimientos comerciales formales e informales que pernoctan en la citada zona amurallada de la Zona Colonial se pudieron contabilizar en los mil metros de distancia de la calle El Conde, unos 10 negocios dominicanos y 48 de otras nacionalidades.
Impacto del fenómeno
Para Juan Rodríguez, propietario del GIFT-SHOP Dominicano, la presencia masiva de la pintura haitiana, la falsificación de la artesanía traída desde China, y la falta de regulación de las autoridades son a su juicio punzadas mortales a la identidad nacional.
El director del Centro Nacional de Artesanía del Ministerio de Cultura (CENADARTE), Valentín Guerrero, afirma que parte del problema de la disminución de la presencia de los elementos de la identidad nacional en la calle el Conde de la Capital se debe en gran modo a los altos costos de operación de un negocio para comercializar esas mercancías.
Destaca que los precios para mantener un local en Zona Colonial comercializando elementos que promuevan la identidad nacional son muy altos ya que hay que climatizarlo, pagar empleomanía, impuestos, entre otros gastos.
Indica, sin embargo, que para avanzar y mejorar en la presencia de la identidad nacional en esa zona la artesanía es un excelente vehículo ya que a través de ella se transmiten valores y cultura de la dominicanidad.