La Habana (Prensa Latina):- El gobierno de Estados Unidos instó hoy a quienes realizan actividades comerciales en Cuba a reconsiderarlas si incurren en su interpretación unilateral de las nacionalizaciones realizadas por la isla, postura que La Habana condenó de manera enérgica.
La embajada estadounidense en esta capital emitió una nota de prensa que reproduce la decisión del Departamento de Estado de suspender por 30 días el Título III de la ley Helms-Burton, pero activando la posibilidad de interponer demandas ante cortes norteamericanas contra entidades o subentidades cubanas, más de 200, incluidas en una lista derivada de sanciones que buscan asfixiar a la economía de la mayor de las Antillas.
Esa decisión Washington la hizo acompañar de un llamado a los empresarios extranjeros ‘a reconsiderar si están incurriendo en tráfico de bienes confiscados y apoyando a la dictadura cubana’, su versión de las nacionalizaciones que conforme al Derecho Internacional la naciente revolución realizó en la década de 1960.
Cuba a través de su canciller, Bruno Rodríguez, rechazó la nueva acción hostil de Estados Unidos y la calificó de ‘inaceptable amenaza vs. el mundo’.
Rodríguez denunció en Twitter que la medida de abrir el Título III a los casos señalados pretende recrudecer el bloqueo, pese a la oposición que genera en el propio país norteño y en la comunidad internacional.
Asimismo, reiteró a los socios económicos y a las empresas extranjeras presentes en la isla todas las garantías para la inversión extranjera y los proyectos conjuntos, al amparo del Derecho Internacional y las leyes domésticas y las de sus propios países.
El Departamento de Estado, citado por su embajada en La Habana, insistió en el argumento recurrente de los derechos humanos y la supuesta represión en la mayor de las Antillas, la que atribuyó a militares y servicios de inteligencia que ‘controlan’ las entidades y subentidades sancionadas, contra las cuales podrán presentarse reclamos a partir del 19 de marzo.
Desde 1996, cuando entró en vigor la ley Helms-Burton, los presidentes estadounidenses habían suspendido de manera consecutiva por seis meses la aplicación del Título III, incluso Donald Trump el año pasado, pero en enero último el mandatario republicano decidió hacerlo por solo 45 días, a lo que se suma el anuncio de hoy del Departamento de Estado de otros 30.
En la isla, el escenario impuesto por la actual administración se define como un chantaje político y una amenaza dirigida a desestimular la inversión extranjera, acentuando el carácter extraterritorial de la agresividad anticubana.