Santo Domingo: – Cuando se hace cine para respetar la gente, para establecer dejar una referencia de calidad que llegue más allá de la venta de taquillas, logrando una película admirable para los cineastas del mundo, el cine se transforma en mucho más que la esencia de su arte, su técnica y a una de muchas concepciones de hacer el cine global.
Una experiencia sólida con novedad y audacias de su concepto, impecabilidad de la actuación coral, magnífico uso a fondo del universo sonoro y otros recursos. Un ejemplo de buen cine, sin importar el país de origen del proyecto
El secreto de Convivencia, thriller psicológico atrapante, no es un secreto. Todo se reduce al compromiso con el deber de contar una buena historia, respetando las normas de excelencia para manejar imágenes, sonidos y actuaciones.
Convivencia hace olvidar el chauvinismo del “cine dominicano”. El cine es el cine. Punto.
El secreto es compromiso profesional, al punto que el espectador, tras salir de sala, tras una historia de supervivencia, en un recorrido tan desgarrador por los sentimientos humanos más salvajes y disimulados, esos que todos cargamos dentro con vergüenza propia y a la espera del momento de dar nuestro zarpazo. Es decir, en suma, lo que cuenta la historia de todos nosotros.
Lo actoral
Esta es película de actores y a nuestro juicio, una de las tres mejores películas de actores de realización nacional, Incluyendo El método (David Maler, 2023).
Mario Núñez, un actor de amplia experiencia y que ha sido director de castings y director de actores en decenas de proyectos, conquista su mejor protagónico, que asume con intensidad, personalidad autoritaria e intensidad en sus intervenciones.
Tres generaciones actorales, aprovechando experiencias y nuevos empujes, rostros, gestos, vocalización precisa, ritmos del discurso, emotividad y colerización de voces, todo en una sola película.
Ruth Emeterio debía ser destacada por la bien manejada intensidad, su dominio de la expresión corporal, visual, su adaptabilidad a los procesos in cressendo que conducen a explosiones emotivas impresionantes.
Francis Cruz, transmite con efectividad lo aborrecible de su papel Karina Valdez, una de la generación joven, es afirmada en su caracterización.
Niurka Mota, evidencia con su actuación cuanto ha perdido el cine sin haberle dado antes oportunidades como esta, una actriz de cuerpo entero.
Pachi Méndez es brillante en su rol y se maneja con densidad dramática desde un rol diverso moralmente. Ella es otra de esas estrellas que merece mejores oportunidades.
Roger Wasserman, muestra que es un actor dúctil, persistente y de expresiones variadísimas, bueno para todo. Proveniente de Argentina es una magnífica adquisición para las producciones dominicanas en que ha participado en géneros distintos.
Los recursos técnicos
José Vargas de Gómez, el director, concreta una experiencia fílmica que se sale de los esquemas de producción ordinario: el localismo que le resta, públicos internacionales, facilismos, la perspectiva televisiva de humor. El director se apoya en un agudo sentido de responsabilidad como eje creativo, evita copiar esquemas, aporta sentidos y giros tanto psicológicos, dramáticos.
Dirección de arte. El recurso de una sala de investigación para interrogar los sospechosos, no es novedad del cine policial y ha sido apelado más de una vez. Un ejemplo reciente es la serie Criminal, (Netflix) con episodios rodados en Francia, Alemania y España, con bastante buen gusto y lograda intensidad y todo a partir de interrogatorios policiales en un espacio cerrado.
Este esquema toma en cuenta cada detalle para inducir al espectador en el ambiente policía por su hay extremo cuidado en objetos de uso de oficina, utilería y tecnología policial, signos y logos. Se nota un detallado sentido de realización.
Si algún premio de cine tiene claridad, debe reservar esa estatuilla por dirección de arte.
Universo de sonido, su estructuración sonora para meterse en la piel del espectador con el incidental preciso. La música no es un relleno. Es una guía narrativa efectiva.
La música de los Payán, es un advenimiento y descubrimiento musical para el cine. Tiene la participación de musical de Héctor (Falelo) Payán, Carlos Vargas, Zvezdana Radokovicc y una composición inédita de Chiquitín Payán, que aportan un sorprendente énfasis narrativo.
Fotografía. Oliver Mota, (S.D.C.) logra una imagen precisa, profunda, ahondando en ángulos de un espacio tan limitado, labor que se completa con una edición sin fallos, con lineamiento casi quirúrgico, dando el tiempo exacto para permitir el curso de las acciones.
El papel de la gente. Corresponde al público cinéfilo vivir la experiencia y descubrir lo que aporta este proyecto una visión como indicativo de una ruta que valide e internacionalice la marca fílmica nacional. Es recomendable para sentir que avanzamos a partir de un conjunto inspirado de talentos. Este equipo ofrece una alternativa, no la única, no la válida, pero si una experiencia y un camino.