Barahona: – «Me llamo Braidelin Santana Jiménez,» y desde lo más profundo del encierro injusto en el que me encuentro, alzo la voz para denunciar lo que me han hecho.
Braidelin Santana Jiménez, clama por justicia desde una celda en Barahona
Fui condenado a 20 años de prisión solo por haber ido a ver el cuerpo sin vida de un joven asesinado en mi barrio, Villa Central, Barahona. Ese fue mi único “delito”.
No portaba armas.
Nadie me vio cometer ningún crimen.
No hay pruebas reales en mi contra.
A pesar de esto, el Ministerio Público, encabezado por el fiscal Abraham Carvajal, fabricó testigos y armó una acusación falsa, basada en rumores y prejuicios. No investigaron. No comprobaron nada. Me convirtieron en culpable sin evidencia.
¿Dónde están los Derechos Humanos?
Nunca han tocado la puerta de mi familia. Nunca han escuchado mi versión. Me dejaron solo.
Durante el juicio, las contradicciones fueron ignoradas, el vacío probatorio fue tapado con indiferencia y, finalmente, los jueces me sentenciaron como si estuvieran leyendo un libreto ya escrito.
Me condenaron:
Por ser joven.
Por ser de barrio.
Por no tener recursos.
Por estar en el lugar equivocado.
Mi madre llora cada día.
Mi familia vive un infierno.
Mi comunidad está indignada.
Solo pido que revisen mi caso. Solo quiero que se haga justicia. Solo deseo que alguien me escuche.
Mi voz no la callará una celda. No me voy a rendir.
FINALMENTE EXCLAMÓ «Soy inocente»