Por Telésforo Isaac
Hay evidente discrepancias regionales en la capacitación magisterial y las razones son comprensibles. La lectura del artículo sobre la Capacitación Magisterial en el Periódico ”HOY”, del lunes 16 de diciembre, provoca la intención de poner cuidado a la situación de la educación en el país. Esto es así, porque hay datos en esa información que deben ser observados con detenimiento y analizados con moderación a fin de estar al tanto de lo que realmente está sucediendo en la educación a nivel de toda la nación.
Entre los diversos temas de la investigación hay dos aspectos que deben ser singularizados por su importancia y no deben ser eludidos. Primero: ¿A qué se debe el factor de los puntos de “excelencias” en Santo Domingo, Mao, Montecristi, Y Monte Plata? Segundo: ¿Cuáles son los elementos o circunstancias que provoca que el resultado sea simplemente, bueno o insatisfactorio de las evaluaciones de Barahona, La Vega, Santiago, Higüey, Azua, San Pedro de Macorís, Cotuí y Puerto Plata?
Será posible que en muchos casos las personas que tienen mayor preparación académica y capacidad para impartir docencia, por razones de índole económica y de oportunidades, se desplazan y ofrecen sus servicios en lugares de florecimiento turístico, posiciones hoteleras, industriales o mayores actividades comerciales.
Desde luego, además de la implementación de la capacitación magisterial por ser clave para la mejoría de la educación y para la formación cultural, es necesario y recomendable diseñar un método para mejorar las destrezas y ofrecer mayores incentivos a los educadores, dar seguridad social/salud y disfrute de pensiones a sus retiros después de años de labores de enseñanza.
Todo individuo, todo núcleo familiar, el cuerpo docente en particular y el conglomerado en generar esta moral y cívicamente obligado a servir como maestros a los niños y jóvenes de la sociedad. Debemos capacitarnos todas y animarnos para mejorar la educación en el país.